pero yo te beso más.
Como el agua en los cristales,
caen mis besos en tu faz...
Te he besado tanto, tanto
que de mí cubierta estás
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear:
Cuando tú a tu hijito escondes,
no se le oye el respirar...
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y que lindo niño veo,
a tus ojos asomar...
el estanque copia todo,
lo que tú mirando estás;
Pero tú en los ojos copias
a tu niño y nada más.
Los ojitos que me diste
yo lo tengo que gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar.
Gabriela Mistral